lunes, 25 de noviembre de 2013
¿Es el juego exclusivo de los mamiferos?
Parece ser que la respuesta es no. Un pájaro se pasa horas lanzando guijarros al aire, pero no sabemos si está pasando el rato o afinando su coordinación garra-ojo. El juego puede definirse como una conducta sin propósito de supervivencia, como una recompensa en sí misma practicada por un animal satisfecho y tranquilo.
Según esta definición, el mundo animal está lleno de luchas amistosas. La diversión está bien documentada en pájaros de cerebro grande, como los cuervos y los halcones, que se pelean entre sí y lanzan y capturan objetos por puro placer. Para otros animales, los datos son más difusos, a menudo basados en una sola observación, pero sugieren que el juego más allá de aves y mamíferos es un fenómeno posible. Un dragón de Komodo del zoo de Washington juega al tira y afloja con sus cuidadores, y las tortugas de caparazón blando de otros zoos empujan pelotas con su hocico y nadan atravesando aros. Los pulpos en estado salvaje se entretienen en el laboratorio agarrando juguetes o pasándoselos con los tentáculos. Otro estudio ha analizado los simulacros de lucha entre las avispas.
Así que el juego no es privativo de los animales inteligentes y de grandes cerebros.
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