Ambos metales son muy similares en cuanto a su densidad y han intercambiado puestos en la tabla periódica varias veces a lo largo de los años. El tercero más denso es el platino, seguido del renio, el neptunio, el plutonio y el oro. El plomo está muy abajo en la lista –es tan sólo la mitad de denso que el osmio o el iridio.
El Osmio (Os) es un elemento metálico de color plateado-azulado muy raro y duro. Fue descubierto –junto con el iridio- en 1803 por el químico inglés Smithson Tennant (1761-1815). Tennant era el hijo del vicario de Richmond, y también fue el primero que demostró que el diamante es una forma de carbono puro.
Bautizó al osmio a partir del término griego “osme”, “olor”. Emite tetróxido de osmio, muy tóxico y con un fuerte e irritante olor que puede dañar los pulmones, la piel y los ojos además de causar fuertes dolores de cabeza. El tetróxido de Osmio se ha utilizado en la toma de huellas digitales porque su vapor reacciona con diminutas trazas de la grasa que dejan nuestros dedos, formando en el proceso una capa negra.
Su extrema dureza y resistencia a la corrosión lo hacen muy útil en la fabricación de agujas para brújulas o puntas de las estilográficas de calidad –de ahí el nombre de la famosa marca de plumas Osmiroid-. El osmio tiene también una temperatura de fusión muy alta: 3.054 ºC. En 1897, esto inspiró a Karl Auer a crear un filamento de bombilla de osmio que mejorara los fabricados por Edison, que eran de bambú. El osmio acabó siendo reemplazado por el tungsteno, que se funde a 3.407 ºC.
La producción mundial anual de osmio no supera los 100 kilos.
Por su parte, el Iridio (Ir) es un metal amarillo-blanquecino que, como el osmio, tiene propiedades cercanas a las del platino. El nombre proviene de “iris”, la palabra griega para “arco iris”, debido al despliegue de colores que producen sus compuestos.
El iridio tiene, como el osmio, un punto de fusión muy alto (2.446ºC), y se utiliza sobre todo para fabricar los crisoles de las fundiciones y para endurecer el platino. Es uno de los elementos más difíciles de encontrar en la Tierra, si bien existe una inusual concentración en la delgada capa geológica conocida como Límite KT, que separa el periodo Cretácico del Terciario, y que fue creada hace unos 65 millones de años. Los geólogos creen que el iridio sólo puede haber venido del espacio, lo que apoyaría la hipótesis de que en esa época un meteorito se estrelló contra la Tierra causando la extinción de los dinosaurios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario