miércoles, 12 de diciembre de 2012
¿A qué velocidad viaja la luz?
Eso depende.
A menudo se dice que la velocidad de la luz es una constante, pero no es así. Sólo en el vacío alcanza la luz su máxima velocidad de casi 300.000 km/s. En cualquier otro medio, su velocidad varía considerablemente a partir de esa magnitud, siempre, eso sí, a la baja. Cuando atraviesa un diamante, por ejemplo, su velocidad es menos de la mitad: unos 130.000 km/s.
Hasta hace poco, la velocidad más lenta de la luz que se hubiera medido (a través de sodio a una temperatura de -272ºC) era de tan sólo 60 km/h, más lenta que una bicicleta. En el año 2000, el mismo equipo de la Universidad de Harvard consiguió detener la luz haciéndola atravesar un bec (condensado de Bose-Einstein) de rubidio.
Curiosamente, la luz es invisible. No se puede ver la luz propiamente dicha, sino sólo aquello en que se refleja. Un rayo de luz en el vacío, brillando en ángulo recto con el observador, no puede distinguirse. Aunque suene raro, es lógico: si la luz fuera visible formaría una omnipresente niebla que se interpondría entre nuestros ojos y todo lo demás. Por otra parte, la oscuridad es igualmente extraña: no está ahí, pero no podemos ver a su través.
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