lunes, 16 de julio de 2012
¿Pueden ver y oír los fetos?
A los siete u ocho meses de gestación, cuando el feto abre los párpados que antes tenía pegados, los ojos están ya bien desarrollados y pueden ver. Además, las paredes del abdomen y del útero de la madre se han dilatado tanto que a través de ellas puede entrar algo de luz. Cuando una mujer en esta etapa del embarazo toma el sol en bikini, el feto se ve envuelto en una penumbra rojiza como la que produce la mano al ponerla contra la luz de una vela.
Los embriones poseen un sentido completo del oído, es decir, pueden diferenciar los timbres de voz y altura del tono. Son, por ese motivo, muy superiores a los adultos. Oyen el latido del corazón de su madre, los gorgoteos del intestino, el sonido de su voz e incluso el ruido de un portazo o la sonoridad de una sinfonía. Las investigaciones demuestran que un ruido fuerte e imprevisto puede acelerar el ritmo cardíaco del feto, y con el ultrasonido se ha visto cómo se voltea hacia el tintineo de una campana o el destello de una luz.
Por cierto, los fetos pueden incluso filtrar y hacer desaparecer de forma gradual las frecuencias muy graves, gracias a lo cual el pequeño no sufre con los ruidos del tracto digestivo o el latido del corazón de su madre. Si no dispusiera de esta capacidad, el embrión sería sordo desde antes de nacer.
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