Zacarías es el nombre de dos personajes bíblicos bien diferentes entre sí.
En el Antiguo Testamento, Zacarías es un profeta menor y en su libro se cuentan sus ocho visiones y las profecías sobre la reconstrucción del templo de Salomón, la futura gloria de Jerusalén y la llegada del Mesías, quien, según él, habría de llegar “justo y salvador, humilde, montado en un asno”. Jesús, cuando se aproximaba a Jerusalén ya en sus últimos días de su vida, pidió a sus apóstoles que le trajeran un asno para entrar a lomos de él en la ciudad, circunstancia ésta que san Mateo (21, 1-5) vio como el cumplimiento de la profecía de Zacarías. Los atributos del personaje son un pergamino o un libro, símbolos de su condición de profeta.
El Zacarías del Nuevo Testamento es el padre de san Juan Bautista. Era un sacerdote del templo de Salomón y un día estaba ofreciendo incienso cuando se le apareció el ángel Gabriel para anunciarle que su esposa Isabel iba a dar a luz a un hijo que prepararía el camino para la venida del Mesías. Zacarías, que no se creyó nada de lo que le dijo el ángel, ya que su esposa era estéril y anciana, se quedó mudo. Cuando el pequeño nació, los amigos y los parientes de Zacarías le preguntaron cómo se iba a llamar el niño, pero como todavía no había recuperado el habla, escribió sobre una tabilla el nombre de “Juan” y justo en ese preciso instante recuperó de nuevo la voz.
Al Zacarías padre de san Juan Bautista se le suele representar vestido como sumo sacerdote, con mitra incluida, y los episodios más populares son aquellos en que el ángel le priva de la voz o escribe sobre una tabilla el nombre de su hijo, así como diversas escenas familiares con su esposa Isabel y su hijo, además de la Sagrada Familia.
jueves, 27 de octubre de 2011
San Zacarías
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