martes, 2 de julio de 2013
El Área 51
El Área 51 es parte de las instalaciones de las Fuerzas Aéreas de los EEUU en Nevada y se cree que está vinculada con la base Edwards, en California. Como centro de desarrollo y prueba de aeronaves y armas, se podría esperar que fuera una zona bastante reservada, pero el Área 51 es el lugar secreto más conocido del planeta y con razón. Los teóricos de la conspiración sostienen que aquí hay pruebas irrefutables de que los alienígenas han visitado la Tierra.
El Área 51 está a 40 km de la población más cercana y tiene una extensión de 36.423 hectáreas en el desierto de Nevada. Cuenta con un gran hangar, siete pistas de aterrizaje, antenas de radares y un conjunto de edificios más pequeños para la administración, alojamiento y restauración. Su función más importante es desarrollar y probar nuevas tecnologías y sistemas de defensa.
El lago Groom es una gran salina que se encuentra dentro del Área 51 y que se utilizó para probar bombas y artillería durante la Segunda Guerra Mundial. En 1950, después de que el Gobierno se asociara con Skunk Works de Lockheed, se convirtió en el terreno de pruebas para el avión espía U-2. También ha sido testigo de un trabajo vital en el desarrollo de sistemas de radar y bombarderos invisibles y, a día de hoy, sigue siendo un centro de desarrollo de las tecnologías militares más avanzadas. Se dice también que se traían a este centro aviones soviéticos capturados durante la Guerra Fría para dar un mayor realismo a los entrenamientos militares.
En el área, la confidencialidad siempre ha sido primordial. Los empleados deben prestar juramento de que mantendrán el secreto, y se dice que los edificios situados dentro del complejo están privados de ventanas para que los diferentes equipos de desarrollo no sepan en qué trabajan sus compañeros.
El secretismo que rodea el Área 51 ha inspirado toda clase de especulaciones. Hay quien asegura que se están llevando a cabo programas de investigación para controlar la climatología, dominar la teletransportación y hasta viajar en el tiempo. No obstante, el Área 51 es más conocida por los teóricos de las conspiraciones por ser el lugar donde los científicos han estudiado ovnis y formas de vida alienígenas.
Tales argumentos sostienen que fue allí adonde llevaron una nave alienígena y a sus ocupantes después de estrellarse en Roswell (Nuevo México) en 1947. En julio de ese año la base aérea de Roswell comunicó que había sido encontrado un objeto volador no identificado. En los días y semanas previos, varios ciudadanos dijeron haber visto un objeto en forma de disco en el cielo. Poco después, los militares retiraron el comunicado (años después unos documentos demostrarían que el objeto era un globo sonda de vigilancia), pero para entonces la prensa ya se había hecho con la historia.
La popularidad de la leyenda continuó creciendo hasta que llegó a su punto máximo en los años setenta, con una gran cantidad de libros sobre conspiraciones, informes, documentales y películas. Unos decían que se había encontrado una nave espacial. Otros añadían que también a sus tripulantes. Hasta se llegó a afirmar que existían secuencias, convenientemente extraviadas, de una autopsia a un alienígena. En 1989, un tal Bob Lazar añadió más leña al fuego al afirmar en una entrevista que había trabajado como físico en el Área 51 y que había visto al menos nueve naves espaciales que las autoridades usaron para investigar la ingeniería alienígena.
Algunos de los ufólogos más apasionados sostienen que el Área 51 contiene un complejo subterráneo de túneles y almacenes (entre ellos el legendario hangar 18) donde se almacena todo este botín extraterrestre. Hasta se asegura que son los propios alienígenas quienes dirigen estos proyectos. Lógicamente, la veracidad de estas historias no puede ser comprobada, pero siguen siendo muy atractivas si se cree en los marcianos…
Sea cual sea la verdad, los visitantes en potencia deben saber que para el Gobierno de los EEUU el acceso a la base está estrictamente prohibido. De hecho, su existencia no fue oficialmente reconocida hasta que en 1995, Bill Clinton firmó una orden presidencial en la que el Área 51 quedaba exenta de toda regulación medioambiental. El lugar se desclasificó en 1997, aunque los proyectos que allí se llevan a cabo siguen siendo alto secreto.
El tráfico aéreo civil y la mayoría del militar está prohibido en su espacio aéreo, y violar deliberadamente esta norma supone un consejo de guerra. El Área 51 no aparece en ningún mapa oficial y la zona está adornada con señales que advierten a los intrusos que el “empleo de la fuerza” está autorizado. Equipos de guardias de seguridad vigilan la alambrada, que tiene sensores de movimiento repartidos aleatoriamente. Si estás planeando una sesión de emociones fuertes con alienígenas, lo mejor que puedes hacer es quedarte en casa y ponerte el DVD.
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