domingo, 23 de noviembre de 2014
¿Es cierto que el pelo y las uñas siguen creciendo tras la muerte?
¡Otro chascarrillo bien consolidado! Y que, con el tiempo, se ha convertido en un sórdido infundio que algunos pedantes se obstinan en convertir en leyenda urbana. Sin embargo, no hay ni un solo dato científico que permita apoyar esta tesis absurda. Y nada se puede contraponer a la evidencia: en un cuerpo muerto, la sangre no circula. Por consiguiente, ni el pelo ni las uñas ni la barba pueden recibir el alimento que les permitiría seguir creciendo.
No obstante, dos días después de la muerte alguien, un observador atento puede tener la impresión de que el cabello del difunto ha seguido creciendo, simplemente porque la piel se seca y, por tanto, se contrae. Pero como el pelo no se cae inmediatamente, esa sequedad y contracción de la piel pueden dar la impresión de que el cabello crece realmente en la zona observada.
Este mecanismo se observa muy claramente en las uñas, en la medida en que la piel de los dedos se contrae más rápidamente. Y en los hombres, el fenómeno se observa también en la barba, que no es que crezca, en absoluto, sino que la sequedad y contracción de la piel dan también esa impresión. Así pues, muy claramente y de una vez por todas, las uñas y el pelo no crecen después de la muerte.
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