El pegamento Super Glue lo inventó en 1942 el doctor Harry Coove de la Eastman Kodak Company mientras investigaba materiales adecuados para crear piezas transparentes. En la búsqueda de un material apropiado para las miras plásticas de fusil, investigó las propiedades del cianocrilato de metilo, que tenía la molesta tendencia a engancharse a cualquier cosa con la que entrara en contacto.
El doctor Coover volvió a encontrarse con el cianocrilato de metilo nueve años más tarde, cuando fue

La fuerza del Super Glue radica en su capacidad de transformarse en una cadena de enlaces extremadamente difíciles de romper a partir de una serie de moléculas individuales. Los electrones de las moléculas de agua afectan a las uniones de dos átomos de carbono de la molécula básica de

Y el proceso es tan rápido y sensible al agua que los fabricantes de Super Glue lo mezclan con una pequeña cantidad de ácido para evitar que reaccione con demasiada facilidad. Una pizca de humedad –incluso la de una yema del dedo- resulta suficiente para debilitar el estabilizador ácido, y, entonces, se inicia el proceso de formación en cadena.
Aunque quizá le costara darse cuenta del potencial del Super Glue, el doctor Coover estuvo a la delantera al patentar su uso en cirugía para pegar tejido humano sin necesidad de puntos. En la guerra de Vietnam se puso en práctica por primera vez este uso de Super Glue, que en la actualidad se utiliza con frecuencia en la cirugía menor.
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