En primer lugar, nada podría sobrevivir al intenso calor de la zona cero. Por ejemplo, la bomba de 15 kilotones que explotó sobre Hiroshima desencadenó una tormenta de fuego de 982,2 ºC que lo incineró todo en un radio de 1,9 km. Fuera de ese radio, no obstante, una cucaracha tiene bastantes posibilidades de sobrevivir a la subsiguiente lluvia radiactiva.
Una cucaracha común puede soportar una dosis de 6.400 rads (la medida estándar de la radiación ionizante). En comparación, la dosis letal para el ser humano es de tan solo 500 rads, aproximadamente el equivalente a 42 sesiones simultáneas de rayos X.
Una de las teorías explica que, en su periodo larvario, las cucarachas experimentan una muda semanal durante la cual sus células se subdividen a la mitad de la frecuencia habitual. Ya adultos, se subdividen aún menos. La radiación causa la mayoría de las mutaciones en el ADN replicante, es decir, es más frecuente en las células que se están subdividiendo. Esta lentitud protege a las cucarachas de la mutación. Así que podrían muy bien reconstruir el mundo una vez nos hayamos extinguido.
Cuando se trata de resistir a las radiaciones, las cucarachas aventajan a los humanos, pero no tienen nada que hacer contra el Deinococcus radiodurans, una bacteria que parece inmune a la radiación.
En 1956, los científicos descubrieron este organismo en una lata de carne putrefacta contaminada con radiaciones gamma, y estudios posteriores han demostrado que puede sobrevivir a 1,5 millones de rads, suficiente para sobrevivir a una bomba de 1,2 megatones, la más potente del arsenal estadounidense.
Los científicos siguen discutiendo qué mecanismo reparador del ADN permite a D.radiodurans soportar tales niveles de radiactividad. Una explicación sería que en el momento en que una cadena de ADN se rompe, una proteína envuelve las terminaciones y las protege hasta el momento en que la cadena vuelve a ensamblarse (es como el fragmento pelado de una cuerda recibiendo un revestimiento protector antes de romperse). Si las cosas son como parecen, los científicos podrían introducir la misma proteína en las células humanas y darnos así una oportunidad para derrotar a las cucarachas….
domingo, 12 de abril de 2015
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