En la tradición japonesa, los samuráis representan la ética guerrera por excelencia, las “geishas” encarnan el ideal estético femenino tradicional. Tanto ellos como ellas estaban sujetos desde muy temprana edad a una férrea disciplina mental y corporal, derivada en gran parte de la filosofía budista zen. Durante siglos, han sido los iconos más universales de la cultura nipona.
En occidente, la palabra geisha suele asociarse con una mujer sumisa de refinada sensualidad, experta

La asociación entre la prostitución y la actividad de las geishas surgió en Japón desde que estas empezaron a desarrollar la profesión, a finales del siglo XVII.

A mediados del siglo XIX, las geishas estaban oficialmente establecidas en Gion, Kamishichiken y


Entre 1920 y 1930, la penetración en Japón del estilo y del vestir occidentales hizo que algunas

Tras la Segunda Guerra Mundial, las geishas pasaron a ser una atracción turística, sobre todo para los yanquis que ocuparon el país. Pero, a medida que la economía japonesa fue estabilizándose, las geishas, sobre todo en Kioto y también en la capital, Tokio, recuperaron su esplendor y se convirtieron en uno de los iconos de la prosperidad del país.
Los empresarios japoneses solían celebrar sus reuniones celebrar sus reuniones con personalidades extranjeras en las casas de té de Gion, en Kioto También los gobernantes nipones acostumbraban a invitar a las geishas más famosas a las recepciones y los encuentros con altos cargos políticos y miembros de las casas reales.

En 1989, el primer ministro japonés Sosuke Uno tuvo que dimitir porque su geisha lo acusó

En Kioto, a las geishas se las llama geiko. Entre todos los distritos del ocio (kariukai) de la ciudad, el de Gion es el que cuenta con las geiko más refinadas, las más disciplinadas y las que suelen recibir a los extranjeros más ilustres que visitan Japón. Nos centraremos, pues, en este distrito, para describir a grandes trazos la vida de una geisha.

En Gion, las geiko suelen empezar la educación primaria y las clases de baile a los 6 años. La escuela

La escuela Inoue de Kioto enseña en especial el llamado noh mai, modalidad de la que las alumnas

Antes de los 18 años, las maiko pasan por la ceremonia del mizuage, que las convertirá en geiko. Los cambios de peinado, básicamente el corte del moño, simbolizan el acceso a la edad adulta. No obstante, las prestaciones de las geiko siguen un patrón de continuidad con respecto a la iniciación de las maiko, pues se trata de asistir todas las noches a los salones de té y entretener a los clientes que hayan requerido su presencia.

Uno de los principales retos de la profesión es aprender a ocultar lo que les gusta o les disgusta bajo

Los honorarios de las geiko se calculan por unidades de tiempo, llamadas hanadai. Unos días después del banquete, los ochaya se los cobran a los clientes. Además, estos suelen entregar propinas en metálico a algunas geishas, pequeños sobres blancos que introducen en el obi o kimono de las elegidas. Finalmente el kenban, oficina de asuntos económicos de la asociación de geiko, se encarga de realizar las transacciones pertinentes entre los ochaya y las okiya de las geiko contratadas.

El tradicional maquillaje de la aprendiza de geisha es una de sus características más reconocibles.


Según la tradición, las geishas no se pueden casar mientras ejercen su profesión. Viven en


Conscientes de que sufrir por el arte no está de moda, los más viejos consideran que en el mundo de las geishas han desaparecido los modales, que la destreza artística ya no es la misma y que ya no se habla con un lenguaje refinado. Justo lo contrario de lo que piensan los japoneses modernos, que consideran que los geishas están sometidas a una disciplina espartana.
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