Los gestos de inclinación y sacudida lateral de la cabeza son unos claros signos para decir “sí” o “no”. Y, además, están extendidos por todo el mundo, por lo que debe haber una causa natural para ello.
Al menos la explicación del movimiento lateral de negación parece venir de la más temprana niñez. Un lactante que ha mamado la suficiente leche materna mueve su cabeza hacia un lado y con ello quiere hacer entender a su madre que no quiere más. Por regla general ella entiende esta señal y deja de alimentarle. Por lo tanto, el bebé, incluso en una fase muy prematura, es capaz de expresar el “no” girando la cabeza hacia un lado. Se puede observar con frecuencia a niños pequeños que sacuden vigorosamente la cabeza cuando hacen o comen algo que no les gusta, y esto también se puede comprobar en la edad juvenil y adulta.
Sin embargo, la explicación del asentimiento es algo más complicada. El descenso sumiso de la cabeza parece indicar que uno está de acuerdo (humildemente) con el adversario.
Aun cuando ambos gestos parecen tener un significado inteligible para muchos países, no se debe confiar en que todo el mundo vaya a interpretar lo mismo. En Sri Lanka por ejemplo, tradicionalmente se baja la cabeza -lo que en nuestro ámbito cultural indicaría indecisión o negación- como aprobación, que es realmente lo que esconde detrás. Y en Bulgaria estos gestos significan justo lo contrario.
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