
En la mayoría de los ejércitos del mundo, los militares se saludan entre ellos con el gesto de llevarse la mano derecha a la altura de la frente, de la sien o de la visera de la gorra. La mano debe estar recta, con los dedos juntos y la palma visible.
El origen exacto de este ritual es oscuro. No obstante, conviene saber que ya en el ejército del imperio romano había un saludo. En esa época, los soldados saludaban a su superior jerárquico levantando el brazo a la altura del hombro con la mano abierta y la palma vuelta hacia la persona saludada. Sin embargo no hay texto alguno que haga mención a que la mano deba tocar el casco o la cabeza durante ese saludo.
Algunos detalles concretos nos llevan a pensar que el saludo miliar moderno debe su gesto a una costumbre de la Edad Media, tradición relacionada con una especie de regla de cortesía, cuyos principales detalles son éstos.
En caminos a veces poco frecuentados y en aquellos tiempos belicosos, cuando un caballero

Conservada en la Europa medieval, esta tradición pasó igualmente a los simples viajeros, que

Testimonio en el pasado de una intención amistosa y pacífica, el saludo, que se convirtió en militar con el paso de los siglos, expresó en adelante una señal de respeto. También podemos suponer que ha contribuido a mantener y reforzar la noción de disciplina.
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