Cualquiera que haya entrado en un ascensor ha pensado alguna vez: ¿qué podría hacer yo para sobrevivir si de repente el ascensor se soltara y se desplomara en caída libre? ¿Valdría de algo saltar justo antes del impacto en el fondo del hueco del ascensor?
En primer lugar, pese a los tópicos de Hollywood, es casi imposible que un ascensor caiga por su hueco. Ello es gracias al freno de seguridad sensible a la aceleración que patentó Elisha Otis en el siglo XIX. En el momento en que el ascensor empieza a caer, brotan múltiples brazos cargados de muelles y lo inmovilizan en el hueco.
En cuanto a mejorar las posibilidades de supervivencia, saltar justo antes del impacto no haría más que demorar el propio impacto unos cuantos milisegundos. Además, no habría manera de saber cuándo hacerlo. Adelantarse un instante en el salto significaría pegarse con la cabeza en el techo para luego verse lanzado al suelo en cuanto el ascensor llegara al fondo.
Aunque se pudiese cronometrar con exactitud el salto, para que sirviese de algo se habría de ejercer la misma fuerza que haría falta para saltar hasta la altura de la que cayó el ascensor (por ejemplo, si cayó cincuenta metros, sólo alguien capaz de saltar cincuenta metros en el aire podría salvarse de ese modo). Y si pudiese hacer eso, probablemente no tendría necesidad de ascensor. Aún así, se supone que incluso un pequeño salto aminoraría el impacto. Menos es nada.
En primer lugar, pese a los tópicos de Hollywood, es casi imposible que un ascensor caiga por su hueco. Ello es gracias al freno de seguridad sensible a la aceleración que patentó Elisha Otis en el siglo XIX. En el momento en que el ascensor empieza a caer, brotan múltiples brazos cargados de muelles y lo inmovilizan en el hueco.
En cuanto a mejorar las posibilidades de supervivencia, saltar justo antes del impacto no haría más que demorar el propio impacto unos cuantos milisegundos. Además, no habría manera de saber cuándo hacerlo. Adelantarse un instante en el salto significaría pegarse con la cabeza en el techo para luego verse lanzado al suelo en cuanto el ascensor llegara al fondo.
Aunque se pudiese cronometrar con exactitud el salto, para que sirviese de algo se habría de ejercer la misma fuerza que haría falta para saltar hasta la altura de la que cayó el ascensor (por ejemplo, si cayó cincuenta metros, sólo alguien capaz de saltar cincuenta metros en el aire podría salvarse de ese modo). Y si pudiese hacer eso, probablemente no tendría necesidad de ascensor. Aún así, se supone que incluso un pequeño salto aminoraría el impacto. Menos es nada.
Probablemente, lo mejor que podría hacerse es tumbarse boca arriba en el suelo y poner las manos bajo la cabeza para reducir al máximo el impacto, aunque sería difícil de hacer en caída libre. Otra posibilidad es coger todos los objetos blandos que se lleven consigo, ropa por ejemplo, y colocarlos debajo antes del impacto. Esto aumentaría el tiempo de desaceleración de la colisión y reduciría ligeramente el daño que podría producirse. Si no importan demasiado las piernas, se podría intentar permanecer de pie y hacerlas actuar como “zonas de absorción del impacto” aunque seguro que el resultado sería bastante desagradable.
En fin, que no merece la pena pensar mucho en ello. Es poco probable que el ascensor se desplome. Y si sucede, será tan rápido que no habrá tiempo para pensar en algo y menos para llevarlo a cabo.
En fin, que no merece la pena pensar mucho en ello. Es poco probable que el ascensor se desplome. Y si sucede, será tan rápido que no habrá tiempo para pensar en algo y menos para llevarlo a cabo.
www.elcomercio.com.pe/noticia/307835/muerto-deja-caida-ascensor-edificio-centro-lima
ResponderEliminarAún aqui se desploman.
Seria fenomenal que aparte del freno que tu mencionas(cosa que al parecer no funciono en la noticia) las paredes del ascensor se rodearan de espuma a penas se detecte una caida. A estas alturas ya deberia ser posible.