domingo, 10 de mayo de 2009

El lugar más seco de la Tierra


Cuando se piensa en el lugar más seco de la Tierra, seguramente vienen a la cabeza imágenes de mares de dunas y sol abrasador. Pues bien, no es así. El número uno en la clasificación de aridez es un sitio tan poco obvio como la Antártida. Hay lugares de ese continente donde no ha llovido en dos millones de años.

Un desierto se define técnicamente como un lugar que recibe menos de 254 mm de precipitaciones al año. Así, el Sáhara recibe sólo 25 mm de lluvia al año. La Antártida recibe más o menos lo mismo, pero el 2% de su superficie, conocido como los Valles Secos, están libres de hielo o nieve y nunca, nunca llueve o nieva.

La extraordinaria condición de esos Valles secos es debida a los llamados “vientos katabáticos”. Las temperaturas en el interior de la Antártida pueden bajar hasta los -89,6ºC y hacen que el aire sea extraordinariamente denso y pesado. El casquete de hielo está modelado como una especie de domo gigante por lo que este aire pesado y superfrío se desliza por las grandes pendientes hacia las costas, ganando velocidad gracias a la fuerza de la gravedad. Estos vientos, de hasta 320 km/h se denominan katabáticos y evaporan toda la humedad –agua, hielo y nieve- en su camino.

El siguiente lugar en la lista es el desierto de Atacama, en Chile. En algunas zonas no ha llovido desde hace 400 años y su media anual es un minúsculo 0,1 mm de lluvia. En conjunto –si exceptuamos los valles secos de la Antártida- es el lugar más seco del mundo, 250 veces más seco que el Sáhara.

Se han dado en Atacama periodos de hasta 20 años sin registrarse una sola gota de lluvia. La ciudad de Calama padeció una sequía de 400 años, hasta 1971, y en los puertos de Iquique y Antofagasta sólo caen lluvias fuertes de dos a cuatro veces por siglo. Como la sequedad del aire permite que la intensidad de la luz solar sea mayor, la zona también recibe una de las radiaciones solares más altas del mundo.

Dos factores básicos explican la aridez extrema de Atacama: primero, la alta presión atmosférica de esa zona del Pacífico sur, que genera un anticiclón, masa de aire homogénea, estable y reseca que inhibe toda precipitación; y en segundo término, la corriente marítima fría de Perú o corriente de Humboldt, con aguas muy frías traídas de la Antártida, que chocan contra los acantilados. Ello causa un doble efecto: la temperatura desciende –esta región tropical debería ser calurosa, pero oscila entre los 13 y los 21ºC de día y los 0º de noche- y aparecen nieblas y nubes bajas conocidas como “camanchacas”, que en vez de soltar lluvias desecan el ambiente, pues al entrar a tierra se calientan y su humedad desciende. Los vientos húmedos de la cuenca amazónica, al este, nunca llegan al Atacama, ya que son detenidos por los Andes. Todo contribuye a formar “la región más árida del planeta”.

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