viernes, 24 de octubre de 2014
¿Cuál es el peor sonido del mundo?
¿El chirriante zumbido del taladro de un dentista? ¿Un principiante al violín? Frío, frío, afirman los investigadores dispuestos a determinar cuál es el sonido más repulsivo del mundo.
El grupo, liderado por el ingeniero acústico Trevor Cox, de la Universidad de Salford, en Inglaterra, cargó una selección de 34 sonidos en su página web, Sound101.org, y pidió a los usuarios que puntuaran cada sonido en una escala del uno (no está mal) al seis (tápate los oídos y grita). Más de 1.6 millones de votos después, la respuesta atravesaba las fronteras de las culturas y los grupos de edad: no hay nada peor que el sonido de alguien vomitando.
Para generar lo que Cox denominó “sonido de vaciado de retrete”, el grupo contrató a un actor para que grabara el ruido de sus estertores mientras vaciaba en una bolsa unas judías estofadas. El desagradable sonido venció a rivales de gran entidad, como el chirriante retorno de un micrófono o la versión electrónica de unas uñas arrastrándose sobre una pizarra. “Estamos buscando lo que los psicólogos llamarían reacción de repugnancia, que es en realidad un mecanismo de supervivencia”, dice Cox. “Si alguien está tosiendo o vomitando, está transmitiendo una enfermedad, y así podemos evitarla”.
Aunque Trevor Cox piensa que la cultura juega un papel fundamental en lo que consideramos repulsivo, la tendencia a sentir asco por los sonidos de las enfermedades es probablemente instintiva, y podría ser resultado de la evolución de un mecanismo que evitara ser contagiado por el vecino. En 2004, Val Curtis, de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical llevó a cabo un estudio utilizando fotos repugnantes en vez de sonidos, y concluyó que la enfermedad es la característica más universalmente repulsiva. Y para que conste, la medalla de oro fue otorgada a la fotografía de unas encías infectadas con huevos de parásitos lo suficientemente grandes como para provocar un auténtico vómito.
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