miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Por qué el telescopio espacial Hubble no está unido a la Estación Espacial?





Es una pregunta lógica. A fin de cuentas, resultaría cómodo que cada vez que el Hubble sufre algún desperfecto un astronauta pudiese repararlo. Desgraciadamente, no solo resulta imposible ensamblarlos, sino que la unión impediría que el Hubble operase correctamente.

La órbita del telescopio situado a 563 km de la Tierra tiene un ángulo de 28.5 grados respecto al ecuador. Reorientarlo al ángulo de 52 grados que mantiene la estación supondría un gran esfuerzo, pero situarlo en la órbita de 241 km de la estación lo inutilizaría. El descenso supondría tal lastre atmosférico que dañaría los paneles solares. Peor aún, el espacio que rodea a la estación está cargado de gases, líquidos y demás desechos expulsados desde su interior, y estos podrían alterar la óptica del Hubble.

Aunque sobreviviese al viaje, la unión a la estación lo inutilizaría. El telescopio captura imágenes extremadamente detalladas porque opera sin impedimentos, ya sean atmosféricos o de cualquier otra índole. En otras palabras, está diseñado para permanecer inmóvil. Cuando la cámara enfoca un objeto nada puede alterar el enfoque. Las vibraciones producidas por los instrumentos de la estación espacial imposibilitarían la precisión del telescopio. De momento, el Hubble se quedará donde está. Simplemente, él y la Estación Espacial no están hechos el uno para el otro.

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