martes, 2 de julio de 2013

¿De qué color es el agua?


La respuesta más normal es que no tiene color: es “transparente”, y el mar sólo parece azul porque refleja el cielo.

Incorrecto. El agua sí es azul. Sí, un tono muy claro, pero es azul. Se puede comprobar en la Naturaleza cuando miramos en un agujero profundo excavado en la nieve o a través del hielo de una cascada congelada. Si escogemos una piscina muy grande y profunda, la llenamos de agua y miramos al fondo, el agua es azul.

Este tinte azul pálido no explica por qué a veces el agua toma ese color tan sorprendente cuando la miramos directamente y no a través suyo. Parte de ese azul brillante proviene de debajo de la superficie. Cuanto más impura es el agua, más color reflejará.

En grandes masas de agua, como los océanos y los lagos, el agua contendrá normalmente una alta concentración de plantas microscópicas y algas. Los ríos y los estanques tienen una alta concentración de minerales y otros sólidos en suspensión. Todas estas partículas, orgánicas o no, reflejan y dispersan la luz cuando ésta regresa a la superficie, creando grandes variaciones de color. Eso explica por qué a veces el Mediterráneo parece verde cuando el cielo está despejado y azul.

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