miércoles, 2 de enero de 2013
Los túneles del narcotráfico entre EEUU y México
La línea divisoria entre EEUU y México se extiende a lo largo de más de 3.000 km y tiene la reputación de ser la frontera más permeable del mundo. Los gobiernos de ambas naciones llevan tiempo empeñados en una batalla encarnizada para erradicar el contrabando de drogas a través de la frontera, que en los últimos años ha pasado a ser literalmente subterráneo.
El narcotráfico genera miles de millones de dólares al año y se calcula que ha causado unas 40.000 muertes entre 2006 y 2011. Después de que el gobierno mexicano lanzara una ofensiva a mediados de la pasada década, los cárteles de la droga se han vuelto más eficaces, están mejor armados y se organizan con precisión militar.
Este pragmatismo despiadado se ve reflejado en los túneles que facilitan el transporte de droga de un país a otro. Algunos alcanzan los 800 metros de largo y se hallan equipados con sofisticados sistemas de iluminación y ventilación, las paredes se sostienen con estructuras de madera y hasta tienen un sistema de raíles sobre los cuales se desplazan unos vagones eléctricos.
El suelo de los túneles se cubre con planchas de madera y en algunos casos con cemento, mientras que un sistema de drenaje evita filtraciones de las aguas subterráneas. Se accede a las galerías a través de escaleras de cuerda, aunque algunas entradas tienen escaleras de madera y hasta ascensores hidráulicos, lo que indica que en las obras pueden haber colaborado ingenieros o profesionales de la construcción.
Las entradas a los túneles se encuentran en su mayoría en Tijuana, en el lado mexicano, y en San Diego, en el lado de EEUU. Normalmente estas entradas se localizan dentro de propiedades privadas, muchas de ellas en almacenes abandonados. También se han descubierto varios túneles cerca de comisarías de policía y otros edificios oficiales.
El suelo arcilloso de California facilita la construcción de túneles, aunque algunos han sido desviados hasta Arizona, donde se puede usar una red subterránea ya existente de canales de desagüe. Se calcula que se tarda entre seis meses y un año en construir cada túnel usando herramientas manuales y taladros neumáticos.
De acuerdo con las cifras oficiales, se han descubierto más de 150 túneles ilegales desde 1990 y se han requisado cientos de toneladas de marihuana. Normalmente se descubren durante la temporada de cosecha de la marihuana, en octubre, lo cual indica que su construcción sigue un calendario estacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario