martes, 14 de febrero de 2012

1917-DESNUDO CON COLLAR - Modigliani


Su nombre era sinónimo de escándalo. Amedeo Modigliani era un asceta salvaje, acorde al estilo de su tiempo. Adoraba a Nietzsche, Baudelaire, Oscar Wilde y Gabriele D´Annunzio; fumaba hachís, bebía absenta, bailaba desnudo encima de las mesas de cafés de tercera categoría, se peleaba con la policía y pasaba más de una noche encerrado en una celda. Se supone que tuvo muchas amantes, modelos de pintor y prostitutas. En un tiempo alumno modelo, también era tuberculoso y la escritora inglesa Beatrice Hastings lo abandonó cuando él decidió buscar la felicidad y la salud en el alcohol y las drogas. Estaba harta de levantarse temprano cada día para escribir los artículos y los poemas que ponían la comida en la mesa, mientras él dormía hasta el mediodía.

El joven italiano, que se había trasladado a París en 1910, no tardó en olvidarla. Conoció al amor de su vida en Jeanne Hébuterne, una joven catorce años más joven que él. Los amigos le advirtieron que se mantuviera alejado de ella, porque procedía de una familia que había engendrado a varios clérigos célebres. Además, sus padres lo considerarían un personaje repugnante. Pero Modigliani no desistió. El trágico asceta que, pese a los excesos de su vida en París, conservaba a los treinta y tres años el atractivo de su juventud, se había enamorado profundamente. Encontraba que ella era la encarnación de la “dama del cuello de cisne” que había pintado cientos de veces.

Fue amor a primera vista para ambos y el poder de ese amor eliminó todos los obstáculos. Jeanne desafió a su familia para convertirse en la modelo permanente de Modigliani. Su fama creció, en especial debido a la serie de pinturas a la que pertenece “Desnudo con collar”. En 1919, el crítico francés Francis Carco escribió sobre esta serie: “Nunca la flexibilidad animal, esa espera, inmóvil, abandonada de sí misma, con una languidez deliciosa, ha sido interpretada de forma más reveladora por un pintor”. Otros alabaron los desnudos poéticos de Modigliani como “himnos a una belleza sensible”.

La melancolía elegíaca de esas obras refleja la tragedia y la incertidumbre de la propia vida del creador. Por primera vez, tenía el suficiente dinero para vivir; sin embargo, su salud se desmoronaba. Murió de meningitis el 14 de enero de 1920. Tenía treinta y seis años y era un alcohólico incurable. Jeanne Hébuterne, que estaba embarazada de casi nueve meses, se suicidó a la mañana siguiente, tirándose por una ventana del quinto piso de la casa de sus padres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario