martes, 7 de diciembre de 2010
Las comidas más adictivas
¿Cuál es tu comida favorita? Ya sabes, la comida a la que la gente dice que eres un adicto. ¿Chocolate? ¿Patatas fritas? No está sólo en tu mente; algunas comidas son de verdad adictivas desde un punto de vista físico.
De hecho, los estudios muestran que algunos alimentos tienen un efecto narcótico sobre nuestros cerebros. Así que cuando a veces te pasas con la comida basura o la tarta de queso, recuerda que no es sólo que te falta voluntad para dejarlos de lado: es una reacción química.
¿Cuáles son las cinco comidas más adictivas? Es cuestión de opiniones, claro, pero la lista que indico a continuación podría ser bastante aproximada.
5: Chocolate
Hay una razón por la que tanta gente se denomina a sí misma "chocoadicto". Cuando lo comemos (así como otros alimentos dulces y con grasas animales), libera serotonina en nuestro cerebro. Esta sustancia afecta a las neuronas en cuanto al humor, el apetito, comportamiento social e incluso deseo sexual. Cuando comemos chocolate nos sentimos, en un sentido real, más felices y cuando carecemos de aquél lo echamos de menos.
Muchas mujeres sienten estas ansias por el chocolate de manera regular, con cadencia mensual, lo que sugiere la intervención de las hormonas. Otras personas recurren al chocolate y su "efecto felicidad" al sufrir episodios de desórdenes afectivos o pequeñas depresiones estacionales.
4: Azúcar
Se crea o no, la adicción al azúcar comienza en el momento del nacimiento. Piénsalo bien. La leche materna es muy dulce, así que incluso los bebés asocian el dulzor con la felicidad y la satisfacción.
¿Qué sucede cuando tomamos azúcar? Cuando ésta entra en la corriente sanguínea, los niveles de azúcar en sangre -obviamente- aumentan, lo que hace que el páncreas libere insulina. La insulina convierte el azúcar en energía -un "subidón de azúcar", podríamos decir-. Por desgracia, la insulina también favorece la producción y almacenamiento de grasa. Así que cuanta más azúcar comemos, más insulina producimos y más probable es que engordemos si no lo compensamos de alguna otra manera.
Que el azúcar tiene un componente adictivo parece demostrarlo un estudio de la Universidad de Princeton en el que ratas alimentadas primordialmente con azúcar sufrieron ansiedad cuando ésta fue retirada de sus dietas. Algunas de las ratas incluso experimentaron síntomas como castañeteo de dientes y temblores.
3: Queso
Pizza Cuatro Quesos, patatas fritas con queso, Cheeseburgers... mantenemos una relación de amor con el queso... y no es bueno.
Esto es algo que a lo mejor no sabes sobre el queso y que explicaría el por qué nos tiene atrapados: un estudio de 1981 encontró rastros de morfina en la leche de vaca. Sí, morfina, el opiáceo. Eran cantidades muy pequeñas, pero estaban ahí. Resulta que las vacas -y los humanos- podemos producir esa sustancia adictiva. Algunos investigadores creen que la razón de su presencia en la leche es la de fortalecer el lazo con su madre.
El otro ingrediente adictivo en el queso es la caseína, una proteína que, durante la digestión, libera sustancias denominadas casomorfinas, las cuales tienen también un efecto narcótico.
2: Bebidas con cafeína
Si eres un bebedor de café, probablemente no tendrás muchas dudas acerca de lo adictivo que resulta la cafeína. Cuanto más ingieres al día, más probable será que sufras un "mono" si te ves privado de ella. Y no estamos hablando sólo de café, sino de otros productos que contienen cafeína: el té, bebidas energéticas, refrescos e incluso el chocolate.
Como la cafeína es un estimulante suave, te sientes con más energía tras haberla consumido. Pero si prescindes de tu "dósis" periódica, podrías sentirte decaído y con dolor de cabeza. Esto es porque, como ya vimos en una entrada anterior, la cafeína bloquea los receptores cerebrales que dilatan los vasos sanguíneos, causa de las migrañas.
Los médicos informan de que el "mono" puede comenzar 12 horas después de la última taza de café y durar hasta una semana.
1: Comida basura
En 2010, un estudio con ratas mostró que, teniendo acceso ilimitado a comida basura, como bacon, golosinas o fritos, los animales ganaban peso con rapidez. Esto, en sí mismo, no es sorprendente. Lo interesante del experimento fue que las ratas se alimentaban de comida basura de forma compulsiva aun cuando recibían una descarga eléctrica en las patas si comían por encima de una determinada cantidad.
De hecho, algunos científicos afirman que el elevado contenido en grasa de la comida basura estimula los centros de placer del cerebro, disparando una respuesta no muy alejada de lo que sucede cuando se toma heroína u otras drogas. Otros expertos creen que se trata simplemente del "subidón de azúcar" y el posterior bajón lo que al final causa la adicción.
¿Conclusión final? La clave es la moderación. En relación a la comida que hemos comentado en esta entrada, disfrútala, pero sin pasarte.
Ahora que se acercan estas fechas navideñas,ya dicen que engordaremos 2-3 kilos. Para luego,en Enero después de los atracones,apretar el cinturón de los excesos y gastos.
ResponderEliminarDe este interesante artículo me quedo con mi adicción al café, desde la época del instituto hasta hoy.Asociado a noches de estudio,al olor del café recién hecho por las mañanas para despertar, y al turno de noches cuando trabajo.
Un saludo