sábado, 13 de junio de 2009

El buzon estadounidense tunnel


El diseño del buzón Tunnel nació del empeño del Servicio Postal Estadounidense por estandarizar el reparto de correo en las rutas rurales. Con la liberación del reparto de correo rural en 1896, las empresas del sector se enfrentaron con toda una gama de recipientes descartados utilizados como buzones, desde latas de manteca hasta recipientes de alimentos para animales, algunos de ellos con restos de su contenido original. A la Oficina de Correos no le gustaba esta forma de reutilización y decidió corregir la situación.

En 1901, el Servicio Postal reunió a un comité para determinar las especificaciones concernientes a los buzones y analizar 63 diseños posibles enviados por diversos fabricantes. Las directrices marcadas dictaminaban que los buzones debían estar fabricados con planchas de metal, a poder ser galvanizado, e incluir una señal ajustable y duradera que indicase la presencia de correo. El comité aprobó modelos de catorce fabricantes distintos. La utilización de estos buzones pasó a ser obligatoria puesto que “a no ser que los buzones construidos en nuevas rutas encajen en el patrón aprobado, no serán atendidos por los carteros rurales”, se dictaminó.

Este edicto colocó a los carteros en el medio de un conflicto entre los granjeros, tremendamente independientes, y los reguladores gubernamentales. Además, los buzones diseñados para albergar cartas no eran lo bastante grandes como para dar cabida a paquetes. En respuesta a estos problemas, en 1915 se reunió otro comité postal que diese con una solución basándose en los modelos que ya se encontraban en la fase de producción y en otros nuevos enviados por los fabricantes. Sin embargo, ningún modelo obtuvo la aprobación. En su defecto, el gobierno encargó al ingeniero Roy Joroleman que resolviera el entuerto. Su diseño de un buzón metálico con forma de túnel y una bandera que indica la presencia de correo por recoger –o que el propietario ha recibido correo- ha sido descrita como una combinación entre simplicidad y funcionalidad. Para fomentar la competitividad entre los fabricantes, se impidió que el ya famoso diseño de Joroleman fuese patentado. En 1928 se aprobó una versión más grande de su diseño denominada Buzón nº 2 y destinada a albergar tanto cartas como paquetes.

Con el paso de los años, el buzón de los granjeros empezó a verse también en las periferias urbanas. Su forma simple, junto con la bandera izada, se convirtió en un símbolo nostálgico para muchos de los nuevos urbanitas que habían crecido en el campo.

En la actualidad puede encontrarse el mismo diseño por todo el mundo, aunque sólo en versión bidimensional: en las pantallas de los ordenadores. Este buzón es hoy uno de los iconos que señala la recepción y envío de e-mails vía internet, convirtiéndose así en símbolo internacional de noticias e información. Para mucha gente, el buzón de Joroleman representa el correo.

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