miércoles, 11 de marzo de 2015
¿Qué ofrece mejor calidad audio, los vinilos o las grabaciones digitales?
Lo sentimos, aficionados al vinilo, pero los CD captan de modo más preciso la claridad de la interpretación musical.
Si miramos por un microscopio los surcos de un disco de larga duración, comprobaremos que parecen como colinas ondulantes. Se trata en realidad de una réplica extremadamente precisa de la forma que adquieren las ondas sonoras de un instrumento musical. Pero la aguja que graba los surcos es ligeramente diferente a la que los lee (por no mencionar los cambios de temperatura y humedad del vinilo con el paso del tiempo).
Los datos matemáticos codificados en un CD, sin embargo, son una representación casi exacta del sonido original. Si comparamos un LP con un CD procedente de la misma señal de micrófono, el surco del LP debe adaptarse perfectamente a la señal para acercarse a la calidad de un CD, lo cual es prácticamente imposible.
Aún así, algunos puristas creen oír un sonido natural, vagamente descrito como “calidez musical”, en los vinilos. Lo que están oyendo son más bien las deficiencias del reproductor. Las ondas sonoras de los altavoces y el vaivén de la aguja sobre los surcos provocan una vibración en el LP. La aguja recoge estas vibraciones y las añade a la música, creando esa “plenitud” asociada con los LP. Algunos confunden este defecto con una virtud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario