domingo, 25 de mayo de 2014

La sede de la CIA


La Agencia Central de Inteligencia (CIA) es la encargada de obtener información relevante para la seguridad nacional y de facilitarla al Gobierno y a los legisladores de Washington. Además de poseer la que seguramente sea la mejor red de espías del mundo, también actúa en misiones secretas si así lo exige el Presidente. Su sede se encuentra en Langley, condado de Fairfax (Virginia) y ocupa uno de los edificios más seguros del mundo.

El Gobierno de EEUU ha estado recabando información tanto en su territorio como en el extranjero desde que los ingleses fueron expulsados de Norteamérica en el siglo XVIII, pero la existencia de la CIA es bastante más reciente. En la década de 1880, tanto la Marina como el Ejército tenían sus propios servicios de espionaje, pero después de la Primera Guerra Mundial, sus respectivos cometidos pasaron a ser competencia del Departamento de Investigaciones, precursor del FBI. En 1941, con EEUU preparado para intervenir en la Segunda Guerra Mundial, el presidente Roosevelt nombró a William J.Dawson coordinador de información. En menos de un año, Dawson empezó a dirigir la nueva Oficina de Servicios Estratégicos (OSS por sus siglas en inglés).

Aunque desapareció tras la guerra, la OSS estableció el patrón para la creación de la CIA, la cual se fundó en 1947, durante el mandato del presidente Truman.

Hoy, la CIA cuenta con cuatro grandes secciones: el Servicio Nacional Clandestino, que supervisa el trabajo de una red de espías; la Dirección de Ciencia y Tecnología, donde se analizan los medios de comunicación, fotografías por satélite e información similar para recabar datos; la Dirección de Inteligencia, que evalúa la información conseguida por los dos departamentos anteriores, y la Dirección de Administración, que lleva todo lo relacionado con el personal y la administración.

El Centro George Bush –situado al oeste de la capital- tiene una extensión de más de cien hectáreas
entre el edificio Antiguo de las Oficinas Centrales (OHB por sus siglas en inglés) y el edificio Nuevo de las Oficinas Centrales (NHB por sus siglas en inglés). Aunque el código postal del centro pertenece a Langley –donde el presidente Madison y su mujer se escondieron cuando se escaparon del asedio de Washington en 1812-, ahora es un barrio, absorbido en 1910, de McLean.

El OHB fue diseñado por el despacho de arquitectos Harrison & Abramovitz y se construyó entre 1959 y 1961. El NHB se construyó entre 1984 y 1991 siguiendo los planos trazados por el despacho de Smith, Hinchman & Grylls. Se encuentra en la ladera de una montaña detrás del OHB y los dos edificios casi se funden el uno con el otro. El NHB está formado por dos bloques de oficinas de seis pisos, incluyendo un vestíbulo de cristal de cuatro pisos de altura. Durante la construcción del edificio en 1985, se llevó a cabo una ceremonia de colocación de la primera piedra en la que se insertó una cápsula del tiempo con objetos relacionados con la agencia para ser abierta en el futuro. La caja contenía, entre otras cosas, una copia del credo de la CIA, un medallón simbólico de la CIA, una cámara de espía diminuta y un microchip criptográfico.

El nombre del complejo ha provocado alguna que otra sonrisa, ya que el George Bush que más recientemente ha estado en el poder no es conocido precisamente por sus brillantes declaraciones (aunque puede que sea un error subestimarle). Lo cierto es que el complejo de la CIA lleva el nombre George H.W.Bush, padre de George W.Bush, porque fue el primer director de la CIA que alcanzó el cargo de mayor rango del país al asumir la presidencia en 1988. Bush padre dirigió la Agencia Central de Inteligencia entre 1976 y 1977, y el edificio fue rebautizado en su honor en 1999.

Todo lo relacionado con la CIA es confidencial, incluso el número de trabajadores y su presupuesto anual. Se ha insinuado que su presupuesto es en realidad ilimitado, aunque siempre se ha negado en declaraciones oficiales. Las últimas cifras que se han hecho públicas datan de los años noventa y hablan de una suma de más de 26.000 millones reservados para gastos en inteligencia. Es muy probable que los gastos de la CIA se hayan incrementado después del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando la CIA fue duramente criticada por fracasar en su cometido.

Las medidas de seguridad del centro George Bush son totalmente confidenciales y el acceso al
edificio está restringido únicamente el personal autorizado. La página web de la organización explica que no está permitida la entrada a los ciudadanos por “motivos de logística y seguridad”.

La CIA suscita opiniones de todo tipo. Para algunos, su trabajo es la base sobre la que se apoya la seguridad nacional. Para otros, su reputación está marcada por el fracaso, desde la falta de información del OSS sobre el ataque de Japón a Pearl Harbor hasta los fallos evidenciados tras los ataques del 11 de septiembre. Otros se preguntan quién supervisa a la CIA y con qué eficacia. A lo mejor alguien podría contestar estas preguntas desde el centro de inteligencia George Bush, pero no parece probable.

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