domingo, 16 de marzo de 2014
¿De qué color es el universo?
¿Negro con puntitos plateados? ¿Plateado con manchas negras? ¿Verde pálido?
Oficialmente, el universo tiene color beige.
En 2002, después de analizar la luz procedente de 200.000 galaxias compiladas por el Australian Galaxy Redshift Survey, científicos norteamericanos de la Universidad Johns Hopkins concluyeron que el universo era verde pálido y no negro con puntos plateados, como parece ser a simple vista.
Unas semanas después de anunciar el descubrimiento a la Sociedad Astronómica Americana, sin embargo, tuvieron que admitir que habían cometido un error en sus cálculos y que el universo es, de hecho, más tirando a gris pardo tristón.
Desde el siglo XVII, algunas de las mentes más dotadas y curiosas de nuestra especie se han preguntado por qué el cielo nocturno es negro. Si el universo es infinito y contiene un número infinito de estrellas distribuidas más o menos uniformemente, ¿no debería haber una estrella allá donde miremos? ¿No debería ser el cielo nocturno tan brillante como el día? Esto se conoce como la Paradoja de Olbers, llamada así por el astrónomo alemán Heinrich Olbers que describió el problema (no por primera vez) en 1826.
Nadie ha sabido dar una buena respuesta a esas preguntas. Quizá, después de todo, haya un número finito de estrellas, quizá la luz de las más lejanas no nos haya alcanzado todavía. La solución de Olbers fue que, en algún tiempo del pasado, no todas las estrellas habían comenzado a brillar y algo las “encendió”.
Fue Edgar Allan Poe en su profético poema en prosa “Eureka” (1848) quien sugirió por primera vez que la luz de las más lejanas estrellas todavía se hallaba viajando hacia nosotros.
En 2003, la cámara del Telescopio Espacial Hubble se dirigió a lo que pareció ser la zona más vacía del cielo nocturno y se expuso la película durante un millón de segundos (unos once días). La fotografía resultante mostró decenas de miles de galaxias hasta el momento desconocidas, cada una compuesta de cientos de millones de estrellas, alargándose hasta los extremos más remotos del universo conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario