sábado, 30 de marzo de 2013
El origen de YouTube
¿Qué ocurre cuando un norteamericano, un taiwanés y un alemán se juntan a la hora del café? No es una broma, sino el origen mismo de YouTube, el portal donde cualquier usuario puede subir y compartir videos personales y profesionales. Una herramienta esencial para el trabajo, el marketing y el conocimiento.
“Me At The Zoo” es el título del primer video colgado en YouTube, concretamente el sábado 23 de abril de 2005 tres minutos antes de las ocho y media de la tarde. En él se ve a un joven en un zoológico delante de un grupo de elefantes. Así de sencillo. El joven en cuestión es Jawed Karim, un informático alemán criado en Estados Unidos que antes de graduarse comenzó a trabajar en PayPal, empresa propiedad e eBay, referente del comercio electrónico por Internet.
Allí fue donde conoció al diseñador norteamericano Chad Hurley y al ingeniero taiwanés Steve Chen, con los que compartió trabajo, copas y un proyecto muy especial que empezó a gestarse, com suele ser habitual en el caso de las genialidades, en un garaje.
Durante mucho tiempo circuló el rumor, extendido por ellos mismos, de que la idea de crear YouTube surgió tras una fiesta en San Francisco, cuando los tres se dieron cuenta de lo difícil que era compartir los vídeos que habían grabado en ella. Por lo visto, se lo inventaron, así que resulta imposible saber cuál fue el detonante. Cuando Jared quiso apropiarse de su génesis, Chad y Steve recordaron que lo que él en realidad quería hacer era una página de citas, en la que los pretendientes en vez de subir sus fotos podrían subir un vídeo personal. Algo tan humano ha cambiado el discurrir del mundo.
El dominio fue activado el 15 de febrero de 2005. En primavera, tan sólo unos meses después, los tres amigos ya estaban desbordados, gracias a los enlaces que la gente comenzó a añadir en sus páginas de MySpace, la exitosa red social hoy en declive. El éxito fue tal y el crecimiento del sitio tan rápido que Time Warner y Sequoia Capital decidieron invertir dinero para asombro de sus jóvenes creadores. Pero su gran momento estaba aún por llegar.
En octubre de ese mismo año la empresa de ropa deportiva Nike colgó un YouTube un anuncio protagonizado por el futbolista Ronaldinho y el número de visitas se disparó. Esto provocó que las grandes empresas quisieran tener todas presencia en tan novísimo portal, que recibió otra inyección económica de Sequoia Capital, empresa siempre al tanto de talentos e innovadores en red. Entre sus descubrimientos se cuentan Cisco Systems, Google, Oracle, Apple y Yahoo!.
Ocho meses después de la emisión del primer video en YouTube, sus páginas eran visiadas 50 millones de veces al día, cantidad que se multiplicó por cinco después de que fuera colgado el vídeo musical “Lazy Sunday”, emitido en el show Saturday Night Live. En mayo de 2006, apenas un año después de su creación, YouTube alcanzó 2.000 millones de visualizaciones diarias y, en agosto, 7.000. Convertido en el décimo sitio web más importante de Estados Unidos y tras tener que soportar cómo MySpace intentaba lanzar algo similar, YouTube valía ya su peso en oro. Concretamente, 1.650 millones de dólares, que es lo que pagó Google a sus tres propietarios –Hurley y Chen mantuvieron sus cargos- para hacerse con sus servicios. En el momento de la compra –octubre de 2006- 65.000 nuevos vídeos eran añadidos cada día, motivo por el cual los acuerdos con las grandes empresas discográficas –Sony, Warner, CBS- no tardaron en llegar. Querían proteger sus derechos… y obtener beneficios.
Pero que nadie se llame a engaño: a pesar de que YouTube sea capaz de movilizar para bien y para mal el mundo, a fecha de hoy el portal a fecha de hoy apenas es rentable. Muy pocos usuarios aguantan las publicidades que anteceden a algunos vídeos, y esto se nota en las cuentas: el mantenimiento del sitio ronda los 710 millones de dólares anuales, de los que sólo se recuperan 240.
Aún así hay muchas cosas positivas, valores intrínsecos muy a tener en cuenta para la sociedad actual. YouTube se ha convertido, seguramente sin pretenderlo, en una opción popular para buscar trabajo. Para los especialistas en la materia el vídeo es la mejor herramienta de presentación de cualquier candidato, algo así como una entrevista digital Muchos artistas seguramente no serían quienes hoy son si un día no hubiesen colgado alguna obra suya en tan indispensable plataforma, que da la oportunidad de ser creativo, original, divertido o hasta políticamente incorrecto, como lo fue el primer ministro inglés, Tony Blair, cuando felicitó, a través de este portal, a Nicolas Sarkozy tras su triunfo en las elecciones francesas. El cantante Justin Bieber ha confesado en más de una ocasión que debe su éxito a YouTube, que lo convirtió en toda una sensación recién cumplidos los 14 años de edad.
Cuando un vídeo sube a este popular sitio web nadie sabe lo que pasará con él. A veces da la vuelta al mundo en cuestión de segundos. Lo que viene a ser un fenómeno puro de Internet.
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