lunes, 17 de diciembre de 2012
¿Cuál es la sustancia más abundante de la Tierra?
¿Oxígeno? ¿Carbono? ¿Nitrógeno? ¿Agua?
Ninguno de ellos. La respuesta es la perovskita, un compuesto mineral de magnesio, silicio y oxígeno.
La perovskita supone la mitad del total de la masa de la Tierra. De hecho, es el principal componente del planeta ya que el manto terrestre estaría compuesto principalmente de esa sustancia… o eso se cree. Porque el caso es que esto es sólo una hipótesis con la que trabajan los científicos. Nadie ha conseguido todavía tomar una muestra para demostrarlo.
Las perovskitas son una familia de minerales que recibieron su nombre del mineralogista que las descubrió en los Montes Urales en 1839, el conde Lev Perovski. Podrían ser el Santo Grial de los superconductores, aquellos materiales capaces que transmitir la electricidad sin resistencia a temperatura ambiente. Esto convertiría en realidad ese viejo sueño de la ciencia-ficción: las ciudades de trenes flotantes y computadoras inimaginablemente rápidas. Por el momento, los superconductores sólo funcionan a temperaturas desesperadamente bajas (-135ºC es lo mejor que se ha conseguido en laboratorio).
Aparte de la perovskita, se cree que el manto está compuesto de magnesio-wussita (una forma del óxido de magnesio que también se encuentra en los meteoritos), y una pequeña proporción de shistovita, bautizada por Lev Shistov, un estudiante graduado de la Universidad de Moscú, que sintetizó una nueva forma de óxido de silicio a altas presiones en su laboratorio en 1959.
El manto terrestre se sitúa entre la corteza y el núcleo. Se cree en general que es sólido, pero algunos geólogos piensan que en realidad es una especie de líquido que se desplaza lentamente.
¿Cómo sabemos todo esto? Al fin y al cabo, incluso las rocas expulsadas por los volcanes sólo provienen de profundidades no superiores a 200 km y el manto superior sólo comienza a partir de los 660 km. La respuesta son las ondas sísmicas artificiales que los científicos envían hacia el interior del planeta, observando y analizando la resistencia que encuentran a su paso. De esta forma pueden estimar la temperatura y densidad del interior de la Tierra. Esta información se cruza con lo que ya sabemos sobre la estructura de los minerales de los que tenemos muestras procedentes tanto de la corteza terrestre como de los meteoritos y del comportamiento de estos bajo condiciones extremas de temperatura y altas presiones.
Pero como tantas cosas en Ciencia., todo esto no es más que una suposición bien informada.
Yo pensaba que la sustancia más abundante en la Tierra (bueno, en la Tierra es mucho decir, en España al menos) era la incultura y la estulticia.
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