lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Son signo de inteligencia las muelas del juicio?


No, su nombre no tiene nada que ver con la inteligencia de su propietario. A mucha gente no le salen nunca las muelas del juicio; si usted se encuentra en ese caso, no se preocupe, quizá sea mejor así. Se llaman así porque suelen salir alrededor de los 20 años, cuando una persona ha alcanzado ya la madurez física, pero no necesariamente la emocional.

Se trata de cuatro muelas adicionales que los hombres de las cavernas utilizaban mucho, pues debían comer frecuentemente carne muy correosa y, seguramente, también frutos muy verdes y duros. Por ello dispusieron de dos piezas más en cada una de las mandíbulas. Durante la evolución se modificó la forma del cráneo del hombre, pues el cerebro precisaba ocupar más espacio y, al mismo tiempo, los productos de la dieta habitual fueron haciéndose paulatinamente más blandos. El Homo sapiens ya no necesita de estas herramientas masticatorias adicionales que, además, no disponen de suficiente espacio.

Porque a la edad en que suelen brotar estos molares, ya las otras 28 piezas dentales se han adueñado del espacio disponible y, por lo tanto, es frecuente que alguna de las mueles del juicio quede embebida o incrustada en el alveolo causando una inflamación dolorosa. Si a pesar de todo llegan a emerger, muchas veces presionan y alteran a las otras piezas. Además, tienen tendencia a cariarse porque es muy difícil cepillarlas bien.

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