sábado, 16 de julio de 2011
Mary Cassatt
La pintora Mary Cassatt fue la única representante americana del grupo impresionista francés original. Se enfrentó con una asombrosa seguridad a las dificultades y prejuicios que las artistas femeninas se encontraban en el siglo XIX, ganándose un puesto en la historia del arte contemporáneo.
Cassatt nació en 1844 en Pennsylvania. Entre 1851 y 1855 pasó diversas temporadas en Europa con su familia y en 1860 entró en las clases para mujeres que impartía la Academia de Bellas Artes de Filadelfia, por entonces la institución artística más progresista del país, tanto en su currículo como en su reputación por apadrinar el talento femenino. En 1865, Mary decide continuar su aprendizaje en Europa con la convicción de que allí podrá desarrollar mejor su creatividad. Pero cuando llega a París, se encuentra con que las academias de arte oficiales no admitían a mujeres, pero no se amilanó y consugió recibir clases particulares de pintores como Charles Chaplin hasta convertirse en alumna de Jean-Léon Gérôme.
En los años siguientes, Mary viajaría por Europa (Italia, España), involucrándose de forma activa en la vida política e intelectual de la capital francesa. Estudió en profundidad el estilo de los antiguos maestros, admiraba a Edouard Manet y Gustave Courbet y la entusiasmaba el arte de Edgar Degas. Éste, por su parte, descubrió las pinturas de Cassat en la edición de 1874 del Salon de París (“Aquí hay alguien que siente lo mismo que yo”, le comentó a un amigo) y en 1877 la invitó a unirse al grupo impresionista. Fue el primer movimiento artístico de la historia que dio una franca bienvenida a una mujer.
De la misma forma que Claude Monet se dedicaba a pintar catedrales y almiares, Cassat se centró en un tema concreto. Primero fue la vida pública en los teatros, pero después se sintió más a gusto retratando el mundo doméstico, especialmente las relaciones entre dos figuras. Sus temas abarcaban generaciones y sus modelos a menudo eran conocidos o amigos suyos. Cassatt hizo muchas variaciones sobre el tema de la madre e hijo, como la temprana “Mother Washing Her Sleepy Child”, quizá su lienzo más conocido. Hay que tener en cuenta que en aquella época, el binomio madre-hijo estaba también siendo el centro de investigaciones literarias, filosóficas y psicológicas. Con sus dotes de observación y su especial sensibilidad a las diferentes etapas de la vida, Cassatt se sirvió de estos temas para encontrar su propia voz artística y una manera de mostrar profundidad psicológica en la pintura.
Pensadora feminista declarada, Cassatt hizo de la pintura su profesión, participó regularmente en las exposiciones y fue capaz de mantenerse gracias a las ventas de sus cuadros. Jugó un papel importante en popularizar el Impresionismo en los Estados Unidos: pidió al galerista y tratante Paul Durand-Ruel que organizara exposiciones en aquel país y asesoró a la coleccionista Louisine Elder Havemeyer, quien realizó importantes y numerosas compras de pintura en Europa, luego donadas al Metropolitan Museum de Nueva York.
Tras someterse a una primera operación de cataratas en 1915, diez años después Mary se había quedado casi completamente ciega. Murió en 1926 en el palacio que había comprado en Mesnil-Théribus, Francia.
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