sábado, 29 de agosto de 2009

El Zumbido de Taos


Algunas víctimas no pueden dormir mientras un zumbido resuena en su cerebro. Otras se quejan de dolores de cabeza, sangrado de nariz, ansiedad, dificultades respiratorias y falta de equilibrio relacionada con problemas del oído interno. El zumbido de Taos se llama así por la comunidad de las montañas Sangre de Cristo, en Nuevo México, donde fue escuchado por primera vez hacia 1990. K.C.Grams fue una de las primeras “zumbadoras” que se dieron a conocer. Desde entonces, decenas de residentes de Taos se han quejado del ruido. En esa época, el representante de la zona en el Congreso, Bill Richardson, subestimó el problema. Convencido más tarde de que era real, pidió al Comité Permanente de Inteligencia del Congreso que investigara.

El zumbido está en el umbral de la audición humana, entre 20 y 20.000 hertzios o ciclos por segundo. Las investigaciones se han concentrado en los sonidos de baja frecuencia, entre 33 y 80 hertzios, pero no han podido precisar la causa. El sonido se describe como el de un camión que funciona a distancia. Mucha gente escucha el zumbido sólo o más intensamente, en el interior de edificios; otros pueden percibir también las vibraciones del sonido en su cuerpo. Los informes indican que el zumbido se percibe más por la noche.
Algunos perciben el zumbido de manera ininterrumpida mientras que otros lo hacen sólo durante periodos de tiempo determinados. Para algunas personas sólo constituye una molestia leve, mientras que otras quedan gravemente afectadas por el mismo manifestando alteraciones del sueño.

Se han recibido informes de zumbidos similares en Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, Canadá y otras partes de Estados Unidos. El 15 de noviembre de 2006, por ejemplo, el doctor Tom Moir, de la Universidad de Massey en Auckland, Nueva Zelanda, grabó el Zumbido de Auckland y lo colgó en la página web de la universidad. La densidad espectral del fenómeno llega a una frecuencia máxima de 56 hertzios. Otros estudios en la Universidad de Cambridge apuntan a resultados parecidos en zumbidos detectados en Inglaterra.

Las explicaciones que se aducen son de lo más variadas. Durante bastante tiempo se contempló la posibilidad de que se tratara de sonidos provocados por la actividad humana: ruido industrial atenuado por la distancia, subwoofers domésticos, ventiladores, maquinaria industrial, laboratorios gubernamentales o privados… A medida que el sonido se desplaza por la atmósfera o por la superficie del terreno, las frecuencias altas disminuyen en amplitud más rápidamente que las bajas que, en último término, recorren distancias mayores. Los sonidos de baja frecuencia pueden ser concentrados por muros y estructuras arquitectónicas haciéndolos “sonar” como zumbidos ambiguos. Esta es la explicación que parecería más lógica. Sin embargo, los estudios realizados con micrófonos de alta sensibilidad no han conseguido detectar el Zumbido a partir de estas fuentes.

Se han estudiado también microondas, perturbaciones electromagnéticas provocadas por desintegración de meteoros en su entrada en la atmósfera, sistemas de comunicaciones de submarinos –que utilizan baja frecuencia-, posibles efectos de los proyectos de investigación de calentamiento de la ionosfera en Noruega, Rusia o Estados Unidos, ….

Se ha aducido también la posibilidad de que sea un caso de tinnitus o acúfeno, esto es, que el oído genera su propio ruido sin estímulo externo que lo justifique. Normalmente, este fenómeno empeora en el interior de edificios, ya que es más audible ante la ausencia del ruido que suele haber al aire libre –recordad cómo un poco más arriba comentaba que mucha gente dice que el zumbido es peor en el interior de sus casas-. El problema es que no a todos los “sufridores” les ocurre. Además, esta teoría no explica por qué los individuos oyen el zumbido sólo en lugares y parajes geográficos determinados.

La única certeza es que algunos oyen el zumbido y otros no. El fenómeno continúa siendo un misterio…

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