domingo, 26 de abril de 2009

Nautilus: el primer buque nuclear


El submarino Nautilus, de la Marina estadounidense, cuya quilla se puso el 14 de junio de 1952 en una ceremonia presidida por Harry S.Truman, se botó el 21 de enero de 1954 con una madrina de excepción: la señora Eisenhower, esposa del entonces primer mandatario norteamericano. El Nautilus, que se entregó a la Marina el 30 de septiembre de 1954, había sido construido por la división naval de la General Dynamics Electric, en Groton, Connecticut. El nombre Nautilus, que anteriormente ya habían ostentado otras unidades de la flota americana, procedía del submarino, también de concepción revolucionaria, del capitán Nemo, protagonista de la novela de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino. El autor utilizó a su vez el nombre que el inventor estadounidense Robert Fulton dio en 1801 a un sumergible que construyó con el apoyo del gobierno francés.

El Nautilus no fue sólo el primer submarino, sino también el primer buque, con propulsión nuclear. Hasta entonces, los submarinos habían tenido una capacidad operativa y una seguridad limitadas: de hecho, estaban forzados a salir periódicamente a la superficie o, por lo menos, a navegar a una profundidad que les permitiera usar el snorkel (toma de aire para la combustión), a fin de poner en marcha los motores diésel que cargaban las baterías eléctricas necesarias para navegar en inmersión. Obviamente, cuando los submarinos navegaban en superficie, o a muy poca profundidad, estaban expuestos a ser descubiertos por el enemigo. Por consiguiente, la energía nuclear pareció la solución ideal al problema, puesto que el proceso de fisión permite generar calor suficiente para accionar las turbinas de vapor del submarino, y proporcionar así la fuerza de impulsión, sin consumir oxígeno. Un submarino de propulsión nuclear puede permanecer sumergido largos períodos, todo el tiempo que resista la tripulación.

Además de permitir al submarino permanecer sumergido durante largos períodos, la propulsión nuclear hacía que el Nautilus fuese capaz de cubrir distancias, entre sus aprovisionamientos, mucho más largas que las de cualquier otro submarino de impulsión tradicional. En efecto, el buque fue reabastecido en Groton en febrero de 1957, unos nueve meses después de su entrega a la Marina, el 11 de mayo de 1956, transcurridos más de dos años de su primera salida al mar. El submarino había navegado 100.681 km con un solo abastecimiento para el núcleo del reactor.

En su primera salida de prueba, en mayo de 1955, desde New London, Connecticut, a San Juan de Puerto Rico, navegó en inmersión una distancia de 2.222 km –récord de distancia para navegación sumergida- sacando una media de 16 nudos (30 km/h), velocidad que un submarino jamás había podido mantener por un tiempo superior a una hora. En mayo de 1957, navegando desde Groton al Pacífico, el Nautilus recorrió los 4.905 km entre el canal de Panamá y San Diego en California, sin salir a la superficie. Pero su hazaña más espectacular tuvo lugar el verano de 1958, cuando emprendió un viaje de exploración del Ártico partiendo de Pearl Harbor. El Nautilus consiguió pasar del Pacífico al Atlántico navegando por debajo del casquete de hielos del Polo Norte, emergiendo a la superficie después de 1.830 millas e incurriendo en un error en su derrota inferior a las 10 millas.

La actividad del Nautilus en la Marina de los Estados Unidos concluyó el 3 de mayo de 1980, cuando se le descargó de combustible atómico y quedó fuera de servicio. Fue convertido en museo en 1985.

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